jueves, 6 de diciembre de 2007

CAPITULO VI - EL ENCUENTRO-


Nada permanece oculto eternamente, para aquel que busca la respuesta...







El día se muestra apagado ante el sol, que brilla por encima del manto de nubes grises, ya emprendió la rutina de cada día, ahora es el momento de darle a conocer mi presencia, tranquila baja la calle por la que antaño correteaba como niña, ahora aquellos días ya solo son un recuerdo en el tiempo: - Alicia - la he llamado y ante ella dejo las sombras que me ocultaban.
- Quien me llama?- su dulce voz inunda el aire de la calle y por primera vez conoce de mi existencia.
- Yo, aquel que te ha de proteger, he venido a buscarte, para que puedas despertar la vida que ahora se escapa agonizando de dolor.-
- Quien eres, tu?-
- Como responderte a lo que yo no se, tan solo soy un destello de lo que fui, un soplo de viento que anda libre buscando su camino, mira en tu interior , solo vengo para ayudarte.-
- Me siento extrañamente tranquila ante ti, pero no se en que puedes ayudarme?.-
- Tan solo, dejame acompañarte ya se ocuparan los días de mostrarnos el camino y entonces lo comprenderas.-
- Ven si quieres conmigo, voy a ver a mi abuelo, solo puedo ofrecerte buena compañía y un poco de alimento, algo me dice que sera interesante ir conociéndote, vamos sigueme.-
Cuando hablan las almas no hacen falta las palabras, pues aquello que es afín se reconoce en un instante, algo me hace saber que es mas especial de lo que aparenta y aunque tampoco se que nos deparan los días que han de venir, si se que debo protegerla pues algo en el fondo me inquieta y se que se acerca.